domingo, 31 de julio de 2011

trapos sucios

Pasan los años y los trapos sucios de la industria del tabaco siguen saliendo a la luz pública. Ahora, el informe 'The tobacco industry’s past role in weight control related to smoking' (algo así como 'El papel de la industria tabaquera en el control del peso relacionado con el hábito de fumar') publicado por investigadores suizos pertenecientes al Hospital de Lausana en la revista European Journal of Public Health saca a la luz unos documentos internos de la industria del tabaco que demuestran algo verdaderamente inquietante: al parecer, tanto las tabaqueras de EE.UU. como las del Reino Unido añadieron a sus cigarrillos todo tipo de químicos y aditivos con el objetivo de suprimir el apetito de los fumadores. De este modo, adelgazando, percibían una evidente ventaja asociada al hábito de fumar. De hecho, la inclusión de dichos productos en el tabaco podría ser la razón por la cual los fumadores habituales suelen experimentar un aumento de peso al abandonar el hábito
fuente: vida y estilo


El informe al que nos referimos se ha publicado tras años de investigación y búsqueda en los documentos que las grandes tabaqueras se vieron obligadas a hacer públicos según el acuerdo firmado con 46 de los estados que componen Estados Unidos. Los papeles provienen de empresas como Philip Morris, American Tobacco, Lorillard, RJ Reynolds, British American Tobacco o Brown & Williamson. En ellos, se habla de productos como el ácido tartárico, conocido aditivo contra el apetito, además de otros como la efedrina, el óxido nitroso o incluso la anfetamina. Se desconoce, no obstante, qué cantidad de estos productos se ha ido introduciendo en los cigarrillos y el período de tiempo durante el cual se ha venido haciendo.



En cualquier caso, sí parece demostrado que las grandes tabaqueras tenían un plan para vincular el uso de su producto a la obtención de un cuerpo más delgado.



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